Þórbjörg lítilvölva

Þórbjörg lítilvölva pasó el invierno visitando una granja tras otra en la que había sido invitada.Cuando ella llegó a Herjolfsnes, llevaba un manto negro con una correa, y estaba adornada con piedras preciosas hasta el dobladillo.Þórbjörg dijo que podía ayudar a los presentes en la granja para cantar las canciones, y finalmente Guðríður consintió.Se ha definido como un canto repetitivo, rítmico, relajante para inducir a un estado de trance.[5]​ Aunque se ha especulado mucho sobre el contenido y formas del ritual, solo existen conjeturas sobre el mismo a la vista de que no ha sobrevivido el texto hasta nuestros días.