La óptica sin imagen fue desarrollada a mitad de la década de 1960 por tres equipos diferentes, en la Unión Soviética por V. K. Baranov, en Alemania por Martin Ploke y en los Estados Unidos por Roland Winston, este último habiendo traído al que la óptica sin imagen es hoy.
[1] La problemática de la óptica sin imagen apareció a partir del siglo XVI para poder diseñar faros costeros más eficientes utilizando espejos esféricos.
[5] Donde n es el índice óptico y L la distancia algebraica recorrida por el rayo luminoso.
En efecto, la teoría designa poner el tubo en contacto con el reflector, hecho que no es deseable (puesto que engendraría pérdidas por disipación térmica).
Con el fin de evitar el problema, se deja un espacio entre el reflector y el colector.