Época amateur del Club Deportivo Guadalajara

Fue tal la superioridad del Liceo en esas dos temporadas, que también logró romper la hegemonía que había impuesto el Club Guadalajara logrando los títulos individuales de goleo de 1908 a 1911 con Eugenio Charpenel, Guillermo Enríquez Simoni y Salvador Palafox.

Agustín Valenzuela y Daniel Benítez, quienes marcaron seis goles en cada torneo regular; fueron los seminaristas que consiguieron el título de goleo individual.

Este torneo intervino para salvar al fútbol mexicano, que atravesaba por un mal momento y peligraba por rencillas incontroladas.

Las alineaciones aquel día fueron las siguientes: Guadalajara: Juan Rodríguez, Ángel Bolumar, Daniel Huerta, José Arias, Gerónimo Prieto, Jesús Aceves, Ignacio de la Peña, Anastasio Prieto, Higinio Huerta, Antonio Villalvazo y Juan Billón.

Para la jornada 2 Guadalajara enfrentaría al Atlas en una edición más del Clásico Tapatío, para esta ocasión el equipo rojiblanco saldría con la misma alineación que el partido pasado, mientras que por Atlas salieron los siguientes jugadores: Michel, García, Ulloa, Adrián Lecanda, Miguel Verea, A. Agredano, Anselmo Martínez, José González Núñez, Roberto Lecanda, Juan José Cortina y Federico Collignon.

Los rayados, crecidos por su reciente triunfo sobre el Atlas y con cociente de 4 puntos, buscarían conservar el primer lugar al terminar la primera vuelta enfrentándose a los albinegros del Veloz, el partido terminó con un 0-0 que dejó al Guadalajara con 5 puntos en la cima de la tabla.

Fue entonces que el domingo 19 de febrero, en las avenidas Unión y Del Bosque se citaron miles de aficionados para observar el partido Guadalajara - Veloz, el árbitro del encuentro fue el Sr. Welcker quien dio el silbatazo inicial a las 16:30, durante el primer tiempo el dominio fue rojiblanco pero se irían 0-0 a descansar.

En lo último jornada el triunfo del Atlas sobre el Marte hizo que el Guadalajara pudiera conseguir el título de liga, ya que si los muchachos del Algodonal le ganaban a los rojinegros hubieran empatado al Guadalajara con 10 puntos en la tabla final y habría que jugarse un desempate, pero el Atlas hizo valer su estancia como local y logró sacar el empate a un gol.

A las 16 horas en punto, el árbitro Luis Fierros llamó a juego a los peloteros, que ya habían saltado sobre la cancha ante ensordecedora gritería, siendo la alineación del Guadalajara la siguiente: Rafael Navarro, Jesús Arias, Daniel Huerta, Francisco Aguirre, Juan Billón, José Guerrero, Gerónimo Prieto, Alfonso Carranza, José González, Anastasio Prieto e Higinio Huerta.

Mientras que por los gualda y negro del Sonora-Sinaloa salieron Óscar Bonfiglio, Rafael Garza Gutiérrez, Agustín Ojeda, Leobardo Maruri, Roberton Jardón, Enrique Esquivel, Juan Marrón, Gaspar Vallejo, Adeodato López, José Caire y Ernesto Ríos, dejando en la banca a Roberto Antillón, Ernesto Díaz, Carlos Sota, Andrés Estrada, Raúl González, Adalberto Aguirre y José Antonio Camacho.

Las manecillas del reloj devoraban números, cuando poco antes de llegar al tiempo reglamentario intempestivamente se escuchó el ruido del silbato cuando el árbitro central marco una pena máxima, por lo que los iracundos jugadores capitalinos optaron por retirarse de la cancha como señal de protesta, solo Bonfiglio se quedaría en la cancha quien no pudo parar el penal, después de esto el árbitro espero el tiempo reglamentario para que regresaran los jugadores del Sonora-Sinaloa, al no regresar declaró ganador al Guadalajara.

Debido a que la serie quedó empatada se tenía que jugar un partido para desempate ese mismo día, los jugadores del Son-Sin seguían sin intenciones de jugar, por lo que Óscar Bonfiglio salió a informárselo al árbitro central, el cual ordenó esperar el tiempo reglamentario una vez más y al no presentarse el equipo capitalino declaró ganador al Guadalajara por default, quedándose así con la Copa en juego.

La clasificación al final de la temporada estaba muy cerrada, el Guadalajara y el Atlas con siete juegos se encontraban empatados a 10 puntos, quedando solo un partido por disputar, mientras que al Nacional le quedaban 2 juegos y acumulaba un total de 9 puntos.

Después de esta acción los jugadores regresaron y al poco tiempo el árbitro dio por terminado el partido.

El empate le daba el título al Nacional, sin embargo los jugadores rojiblancos no aceptaron esta decisión arbitral y la apelaron, enfatizando que cuando Anastasio Prieto ejecutó el penal, Francisco Fierros sin ser el arquero en funciones y encontrándose atrás del marco intervino para interrumpir las acciones violando las reglas.

Higinio "El Perico" Huerta sacó un disparo a la portería que pegaría en el travesaño, volviendo al campo de juego donde fue rematada por Carranza anotando así el primer y único gol rojiblanco, suficiente para coronarse campeones una vez más.

A las 15:30 horas en punto, las dianas se dejaron oír al hacer su aparición en forma ordenada y luciendo sus uniformes los equipos Guadalajara, Atlas, Atlante, Reforma y Oro, miembros de la Federación Deportiva Occidental de Aficionados, 87 jugadores que fueron recibidos con calurosos aplausos por los aficionados.

Después de esta primera jornada, el Nacional publicó en los diarios locales una carta aclaratoria, anunciando su separación del grupo rebelde para adherirse al membrete reconocido por la FDOA, acto que causaría tal confusión que incluso algunos jugadores de equipos de la Organización Favorita como Ignacio Ávila y Luis "Pichojos" Pérez, del Marte pasaron al Guadalajara.

Las fechas siguieron transcurriendo, y después de un partido en beneficencia de los damnificados en Los Altos, Jalisco entre el Atlético Latino y el Club Deportivo Guadalajara, el torneo llegaría a su jornada final, con una tabla genera que lucía a un Atlas como primer lugar con 14 puntos, seguido por Guadalajara con 12 y el Nacional con 11, de lograr los rojinegros el empate en el marcador automáticamente se coronarían campeones.

El 18 de marzo de 1928 en el campo Guadalajara con las tribunas hasta los topes el señor Felipe Martínez Sandoval dio el silbatazo final del partido preliminar entre el Latino y el Alianza, y salieron al campo los jugadores del partido estelar Guadalajara contra Oro, resultando ganador los rayados por marcador de tres goles a uno, ante la locura de su gente que paseó en hombros a los héroes Fausto Prieto, J. Jesús Arias, Daniel "Chompas" Huerta, Eliseo Orozco, Ignacio "Calavera" Ávila, Isidoro Rodríguez, Anastasio Prieto, J. Jesús Herrera, Gabriel Aceves, González y Luis "Pichojos" Pérez.

Así se dio cerrojo al campeonato oficial 1927-1928 con la coronación guadalajarista, pesando bastante en la contabilidad del Nacional el punto perdido por violación a la normas en el partido contra el Reforma.

A las 13:30 horas del domingo 11 de noviembre la afición futbolera dejó escapar sus primeros gritos de guerra vitoreando a sus ídolos, que en ordenada forma desfilaron sobre el prado, el Guadalajara lucía entre sus filas a jugadores como J. Jesús Gómez, Higinio Huerta, Eliseo Orozco, Isidoro Rodríguez, Ignacio "Calavera" Ávila, J. Jesús Aceves, Luis "Pichojos" Pérez, Anastasio Prieto, Fausto Prieto, Gabriel Aceves y Tomás Lozano "El Poeta".

Quedaban tres jornadas y los próximos rivales eran el Atlas, el Imperio y el Oro, si los rojinegros del Atlas lograban ganarle a los rayados le darían la oportunidad a los albiverdes del Nacional de seguir por el título, pero si el Guadalajara ganaba conseguiría virtualmente el título.

El torneo llegó a la recta final con empate en 19 puntos entre los del Guadalajara y el Nacional, por lo tanto el desempate se programó en una serie de tres cotejos.

Ocho días después, el 6 de julio se jugó el segundo encuentro, y con este la coronación del Guadalajara al derrotar cuatro goles a cero al conjunto nacionalista, con goles de Anastasio Prieto, Juan Navarro, el "Chato" Aceves y el "Sanchito" Herrera.

La alineación quedó de la siguiente manera: Fausto Prieto, Juan José "Lico" Cortina, Luis Fierros, J. Jesús Guerrero, Jesús Aceves, A. Delgado, Abraham González, Anastasio Prieto, Lorenzo Camarena, J. Gómez y L. Corvera.

En Perú solo perdió un partido contra el Alianza-Lima y a México llegó el 3 de marzo, empezando su gira por el país con un encuentro frente al América.

Los representantes del Guadalajara en el partido fueron: Piz Salcido, "Poeta" Lozano, "Pato" Ortega y el capitán Fausto Quirarte.

Después del partido el equipo chileno continuó su gira por Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica.

Como dato curioso, en esta gira vino con el equipo chileno Nemesio Tamayo, defensor que tiempo más adelante se convertiría en el primer entrenador del Guadalajara en la liga profesional, entrando en sustitución de Fausto Prieto que había entrenado a los jugadores durante el torneo de Copa.