El ángulo de humectancia se refiere al ángulo que forma la superficie de un líquido al entrar en contacto con un sólido.El valor del ángulo de contacto depende principalmente de la relación que existe entre las fuerzas adhesivas entre el líquido y el sólido y las fuerzas cohesivas del líquido.Cuando las fuerzas adhesivas con la superficie del sólido son muy grandes en relación con las fuerzas cohesivas, el ángulo de humectancia es menor de 90 grados sexagesimales, teniendo como resultado que el líquido moja la superficie.Para los sólidos que sean menos hidrófilos el ángulo de contacto puede variar entre 0° y 30°.Si la superficie del sólido es hidrófoba el ángulo de contacto será mayor que 90°.En estos casos el agua reposa sobre la superficie pero no la moja ni tampoco se extiende sobre ella.A algunas de estas superficies se les llama superhidrófobas y pueden obtenerse a partir de superficies fluoradas como el teflón que tiene una microtextura apropiada para ello.Este fenómeno se denomina «efecto loto» debido a los lotos, plantas con hojas que desarrollan esta habilidad mediante pequeñas protuberancias y que pueden ser superhidrófobas incluso con miel.En equilibrio el potencial químico en las tres fases deberá ser igual.Sin embargo es conveniente enmarcar la discusión en términos de energías intersuperficiales.Incluso en una superficie perfectamente lisa se asume que existe un amplio espectro de ángulos de contacto entre el más alto (avanzado), lo cual fue demostrado por Tadmor:[2] Donde, y El ángulo de humectancia puede usarse además para determinar la energía superficial, siempre que se conozca otra energía superficial.
Imagen generada por ordenador ilustrando el
efecto loto
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Ejemplo de un ángulo de humectancia en un líquido.