Aunque sigue apareciendo en el Consejo Editorial de la revista FEM, su participación ya no es activa.
[5] Su trayectoria literaria la comenzó como poetisa, cuando ganó un concurso con La pájara pinta, que se convirtió en libro en 1978.
Y se le presentó la oportunidad cuando un editor ofreció patrocinarle seis meses para que la escribiera.
Así nació Arráncame la vida que, publicada en 1985, tuvo un éxito inmediato y ganó el Premio Mazatlán de Literatura al año siguiente.
A través del personaje principal, Catalina Ascencio, Mastretta logra en este superventas desmitificar una imagen “ideal” patrocinada durante siglos por la cultura dominante.