Ángel Sánchez (jesuita)

En 1764 enseñaba Teología en Salamanca, y en 1767 estaba otra vez en San Ambrosio como prefecto de casos de conciencia y confesor en el templo.

[2]​ Escribió un memorial al rey, con carta a Floridablanca, en el que exponía la difícil situación económica de los jesuitas expulsados y solicitaba un aumento de la pensión.

Ángel Sánchez es autor de numerosas obras vinculadas a los comentarios bíblicos que vieron la luz a fines de siglo, cuando el Estado y la Iglesia permitieron traducir las Sagradas Escrituras al español: Filosofía del espíritu y del corazón, enseñada en el Libro sagrado de los Proverbios... (1785) (que además traduce el Eclesiastés, Sabiduría y Eclesiástico); Los Salmos traducidos en verso castellano y aclarados con notas que sirven de paráfrasis y explican su sentido literal (1789); Cánticos del antiguo y nuevo testamento traducidos en verso castellano, y aclarados con notas (1789); y una epopeya culta en silvas sobre el emperador romano Tito y la destrucción del Templo judío de Jerusalén, Titiada compuesta en doce libros (1793), inspirada en Flavio Josefo, al que precede un largo "Discurso sobre la epopeya" del anónimo anotador, que bien podría ser él mismo.

[3]​ Traduce desde la Vulgata latina en verso rimado, literalmente pero con cierto valor poético.

Lorenzo Hervás y Panduro reseña su obra en la Biblioteca jesuítico española (1793).