En 1956 se licencia como Independiente, y en sus primeras temporadas compitiendo con profesionales hubo de buscarse la vida acudiendo a las carreras en precarias condiciones materiales y logísticas, carente del soporte de un equipo profesional digno de ese nombre,[1][2] lo que no le impidió obtener ya en 1956 resultados prometedores, entre ellos el 7.º puesto en la general del Circuito Montañés, y cerrarlo con un 19.º puesto en la Vuelta a Cataluña.
Integrado por fin en un equipo profesional consolidado, el Majestad, capitaneado por un ya declinante Jesús Loroño, debuta en el Gran Premio Primavera de Amorebieta logrando el 7.º puesto ante todo el pelotón profesional español, y en la Bicicleta Eibarresa finaliza en el puesto 31.º.
En este año se proclama también Subcampeón nacional de Fondo en Carretera para Independientes, superado solo por José Pérez-Francés, vence en la Vuelta a la Rioja y queda 2.º en la Subida al Naranco.
En los primeros años 60 se consolidó en el ciclismo español la estructura de equipos profesionales con patrocinadores comerciales económicamente sólidos.
Los demás ciclistas asturianos contemporáneos de Rodríguez que se asomaron al profesionalismo (José Constenla, José Suárez, José Luis Rato, Luis Tuya, Ángel Piñera o Juan Álvarez) no lograron estabilizar su carrera, y solo Álvarez participó en una ocasión (1964) en la Vuelta a España, en las filas del equipo vasco Inuri.