Ángel Buodo

Se acercó entablando buenas relaciones con los caciques, especialmente uno llamado Domingo Maldonado.Con el tiempo consideró que la sujeción a los caciques retrasaba la integración social y favorecía el alcoholismo y la violencia, de modo que buscó deliberadamente disminuir su influencia –con la notable excepción del cacique Pichicurá, al que estimaba como el más civilizado– e impulsó el ingreso de los guerreros al cuerpo de policía.[2]​ La zona oeste, especialmente los pueblos de Puelches y Lihué Calel era donde más se concentraban los indígenas sometidos a los caciques.Buodo viajó a Buenos Aires, donde logró un resarcimiento de parte del estanciero y un lugar para que los indígenas se establecieran.Aún tuvo tiempo de levantar una capilla varios kilómetros al este de General Acha, en el paraje que actualmente lleva su nombre; esa capilla fue declarada posteriormente Monumento Histórico Provincial.