¡A la caza del cuadro!

En uno de esos cuadros el superintendente había ocultado un documento top secret, pero ahora no se acuerda en cuál ocultó dicho documento.

Mortadelo y Filemón deberán ir a casa de los compradores y buscar en cada cuadro el documento sin que los dueños se enteren.

Al final el documento resulta ser una fórmula para preparar pescadilla con sabor a merluza.

Uno de los dueños de cuadros que Mortadelo y Filemón deben investigar es Rompetechos, en su primera interactuación de este personaje con los agentes en un álbum (aunque en El sulfato atómico aparece un Rompetechen que debe ser familiar suyo).

[2]​ El mismo final en el que recuperan un documento importante pero resulta que es una receta de cocina aparecerá en el tercer largometraje Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo.