Por regla general, un tipo de ventana que asoma hacia el exterior desde un muro en un intercolumnio.
Suelen emplearse para dar un aspecto de mayor volumen a los interiores.
Alcanzó mucha popularidad en los diseños de hoteles en los años setenta del siglo XIX.
Se configuraba como una ventana cerrada con una celosía de madera tallada y en ocasiones decorada con vidrieras.
Servía como área de mirador para las mujeres que podían observar la calle sin ser vistas.