El triestino (triestino: triestin , italiano : triestino , esloveno : tržaščina ) es un dialecto del veneciano hablado en la ciudad de Trieste y sus alrededores.
El léxico triestino es mayoritariamente de origen latino , aunque también hay palabras extraídas de otros idiomas. Como Trieste limita con Eslovenia y estuvo bajo la monarquía de los Habsburgo durante casi seis siglos, algunas palabras son de origen alemán y esloveno . Debido a la gran inmigración que recibió la ciudad a finales del siglo XVIII y XIX, algunas palabras también proceden de otros idiomas, como el griego y el serbocroata .
Tras la expansión de la República de Venecia , a partir de la Edad Media , el véneto se fue imponiendo gradualmente como lengua franca en partes del Mediterráneo oriental y en el mar Adriático , llegando a sustituir o influir fuertemente en varias lenguas costeras como los dialectos de Trieste e Istria y también los dialectos dálmatas de Zara ( Zadar ) y Ragusa ( Dubrovnik ). En Trieste, esto dio lugar a la sustitución gradual del antiguo dialecto tergestino (relacionado con el friulano dentro del subgrupo rético de las lenguas romances ) y de los dialectos eslovenos vecinos por una lengua de base veneciana. Este fenómeno empezó a darse primero entre pescadores y marineros, mientras que la burguesía tradicional siguió hablando tergestino hasta principios del siglo XIX. En ese momento, el tergestino era prácticamente una lengua muerta y había comenzado el período del triestino moderno.
Varios autores destacados han utilizado el dialecto triestino, como Umberto Saba y Virgilio Giotti . Giotti, un destacado poeta en dialecto triestino , está considerado el mayor poeta en dialecto triestino. [1] [2]
Diálogo de Carpinteri y Faraguna. Noi delle vecchie provincie (Trieste, La Cittadella, 1971).
Dialecto triestino:
Àle, àle, siora Nina, che el sol magna le ore!
No per vù, me par, sior Bortolo che sé qua semper in gamba a contarne una roba e l'altra, tuto de tuti... anca quel che se gavemo dismentigado...
Memoria, graziando Idio, no me ga mai mancado. Ma el mal xe che el sol magna le ore e le ore, pian pian, ne magna anca a nualtri!
Ma disème la sinzera verità: quanti ani gavé vù, sior Bortolo?
Indiferente. No conta i ani che se ga fato, conta quei che resta...
Italiano:
¡Alé, alé, signora Nina, che il sole mangia le ore!
Non per Voi, mi pare, signor Bortolo che siete qui semper in gamba a raccontarci una cosa e l'altra, tutto di tutti... anche quello che ci siamo dimenticati...
Di memoria, ringraziando Iddio, non me n'è mai mancata. Ma il male è che il sole mangia le ore e le ore, pian piano, mangiano anche noi!
Ma ditemi la sincera verità: quanti anni avete Voi, signor Bortolo?
No importa. Non contano gli anni che si sono compiuti, contano quelli che restano…