El tronco se eleva recto y puede llegar a los 40 metros de altura, con una corteza más fibrosa que la del olmo común.
Este olmo se encuentra desde la península ibérica hasta el Cáucaso, los Apeninos, el sur de Bretaña y Noruega.
En el centro y norte de Europa crece a altitudes más bajas.
Algunos botánicos, en particular Lindquist[2] [1] (1931) han propuesto dividir la especie en dos subespecies: Sin embargo, hay mucha superposición entre las poblaciones en estos rasgos y la distinción puede deberse a la influencia medioambiental, más que a una variación genética; las subespecies no son aceptadas por, entre otros, Flora Europaea y Flora Ibérica.
Entre ellos cabe citar dos con ramas colgantes:[5] Ulmus glabra fue descrito por William Hudson y publicado en Flora Anglica 95.