Muro de pago

[2]​ Se dice que «ni el ingreso por anuncios digitales ni las subscripciones a muros de pago son suficientes para quitar la presión que se generaría en los periódicos sin la presencia impresa».[2]​ Según el experto de Poynter media, Bill Mitchell, para que un muro de pago pueda generar ingresos importantes, los periódicos deben crear un «nuevo valor» —mayor calidad, innovación, etc.— para que su contenido en línea merezca ser pagado.[14]​ Una de las principales preocupaciones es que con tanta información disponible, los subscriptores potenciales voltearían a alternativas gratuitas.El muro "rígido", como aquel implementado por The Times, requiere una subscripción pagada antes de que se pueda acceder a cualquier contenido en línea.Un muro con estas características se considera la opción más arriesgada para el proveedor de contenido.Wales declaró que al implementar un muro "rígido", The Times "se hizo a sí mismo irrelevante"[14]​ A pesar de que the Times incrementó potencialmente sus ingresos, redujo su tráfico en un 60%.[20]​ The New York Times [22]​ implemento controversialmente un muro suave en marzo de 2011, el cual le permitía a los usuarios ver 20 artículos mensualmente sin subscripción pagada.[23]​ Su muro ha sido definido no como suave sino como "poroso"[21]​ porque también permite el acceso a cualquier enlace publicado en redes sociales y hasta 25 artículos gratis al día si se accede a través de un motor de búsqueda.[25]​ Utilizando este modelo, The New York Times consiguió 224,000 subscriptores en los primeros 3 meses.Esta estrategia se dice que ha llevado a la "creación de dos categorías": contenido barato disponible sin costo (en ocasiones creado por personal sin mucha experiencia), y contenido más "noble".Según el teórico político Robert A Hackett, "la prensa comercial de 1800s, el primer medio de comunicación masiva en el mundo, nació con una profunda promesa democrática: presentar información si miedo o favor, hacerla accesible para todos, y promover la racionalidad del público basada en la igualdad de acceso a los hechos relevantes".El editor de Boston Globe, Martin Baron los describió como "dos sitios diferentes para dos tipos de lectores diferentes – algunos entienden que el periodismo debe ser fondeado y remunerado.En el debate hay quienes ven la implementación como una estrategia que puede ayudar a aumentar los ingresos a corto plazo pero que no supone un crecimiento para el futuro de los periódicos.Bill Mitchell establece que para que un muro traiga nuevos ingresos y no afecte a los lectores actuales, los periódicos deben: "invertir en sistemas flexibles, explotar la experiencia de sus periodistas en ciertas áreas y crucialmente ofrecer a los lectores nuevo valor".[10]​ Proponentes del muro de pago creen que sería crucial para mantener publicaciones más pequeñas a flote.Un estudio hecho por Canadian Media Research Consortium titulado "Los consumidores canadienses no están dispuestos a pagar por noticias en línea" identifica directamente la respuesta de los Canadienses a los muros de pago."[30]​ Hackett argumenta que un "foro en el internet [...] puede funcionar como una esfera pública especializada o de pequeña escala.El resultado de estos mecanismos, como establece Hackett, es un impedimento al "acceso igualitario a noticias relevantes"[27]​ La mercantilización de la información- convertir las noticias en producto que debe ser comprado - restringe el principio igualitario del periódico.Katherine Travers, retomando este tema en una publicación discutiendo el futuro de The Washington Post, pregunta, "¿es permisible cobrar por la subscripción digital así como lo es cobrar un par de dólares por una versión impresa?Pero la mayoría también claman tener un enfoque social, en el cual salvaguardan el interés del público y ayudan a su comunidad a entender y moldear sus valores compartidos"[47]​ Al implementar un muro de pago antes de experimentar con otras iniciativas de ingreso, el periódico pone los beneficios por delante del público.Primero, el remover los muros en caso de emergencias nacionales o locales.Cuando el Huracán Irene pegó en la costa este de los Estados Unidos en agosto de 2011, The New York Times declaró que toda la cobertura relacionada con la tormenta, tanto en el sitio web como móvil sería gratuita para los lectores."[47]​ Al crear agujeros en el muro se demuestra conciencia ética, sin embargo, también sugiere que The New York Times no cree que tiene "una obligación con su audiencia"[47]​ de proveer contenido profundo gratuito en temas más allá de desastres naturales.[46]​ Otra estrategia comenzada por The New York Times, involucra crear nuevas ganancias utilizando contenido antiguo empaquetado en e-books y ofertas especiales para crear productos llamativos para los lectores.The New York Times, por ejemplo, ha creado paquetes de baseball, golf y la revolución digital (libros electrónicos).La estrategia del API abierto le quita la presión a las editoriales de buscar nuevas maneras para generar ganancias.
Ilustración de David Revoy que representa el muro de pago