Mancozeb se metaboliza dando lugar a un producto de degradación conocido como Etilentiourea (ETU) o imidazolidina-2-tiona.
[8] Mancozeb es un fungicida que se usa principalmente en agricultura, en el control de la alternaria, antracnosis, cercospora, mildius, monilia, moteado, repilo, royas, septoria y otras enfermedades foliares producidas por hongos endoparásitos.
Se ha comprobado que estos animales pueden desarrollar dermatitis de contacto e hiperplasia tiroidea, tras una exposición a este fungicida.
Entre otros efectos dosis-dependientes, se observaron además: depresión, adinamia, falta de apetito y una disminución del tono.
En estudios medioambientales en bengalí rojo (Amandava Amandava) se ha puesto de manifiesto cómo la concentración de T4, T3 y TSH disminuye en sangre tras contacto directo con Mancozeb, por lo que la toxicidad en mamíferos y aves puede ser debida a disrupciones hormonales causadas por este pesticida.
Resultados en estudios realizados in vitro e in vivo, en combinación con resultados obtenidos de estudios epidemiológicos empleando métodos indirectos, aportan la suficiente evidencia de que Mancozeb puede constituir un peligro para el desarrollo y la función reproductiva en humanos.