Actualmente comparten la reserva de Fort Berthold (Dakota del Norte) con los mandan y arikara.
En 1990 eran 6897 entre las Tres Tribus Afiliadas («Three Affiliated Tribes», los hidatsa, los mandan y los arikara).
La mayor ceremonia era la Danza del Sol y practicaban la tortura como ritual, llamada «naxpixe» (arrancar la piel).
Uno de los rituales que llamó la atención fue el de la caza de águilas, ya que revelaba una técnica muy sofisticada consistente en cazar a las águilas mientras ellos se ocultaban en fosas: el águila es atraída por un cebo colocado encima, y cuando el ave se posa para agarrarlo, el cazador la atrapa con sus manos desnudas.
En el siglo XVIII ocupaban una posición central en la red comercial del norte de las Grandes Llanuras, donde cambiaban caballos, vestidos y pieles de bisonte por fusiles, cuchillos y otras manufacturas.
Pero en 1837 sufrieron una fuerte epidemia de viruela, que unida al hambre y el frío, los redujo en un 60-70 %.
Algunos hidatsa participaron como voluntarios durante la Primera Guerra Mundial en el ejército de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, los dirigentes tribales Martin Cross y Carl Whitman Jr, provocaron una fuerte división política entre los miembros de la tribu.
En 1970 les devolvieron las tierras que habían sido vendidas a los no indios en 1910, y en 1987 las Tres Tribus Federadas ganaron en la corte estatal de Dakota del Norte el derecho de demandar a los no indios.
Hasta entonces habían recibido entre 178 y 412 millones de dólares en compensación por las pérdidas en Misuri.