Pro bono publico
Se utiliza para designar al trabajo generalmente jurídico, pero bien puede ser de otra profesión u oficio, realizado voluntariamente y sin retribución monetaria por el bien del interés público.Sin embargo, no debe confundirse con un abogado de oficio, que ejerce pagado por el Estado.El desinterés económico se funda en la causa que se defiende que puede estar relacionada con cuestiones tales como la defensa del patrimonio cultural, la defensa del medio ambiente, la transparencia del obrar de los gobernantes, el comercio justo, la lucha contra la pobreza y la discriminación, las persecuciones políticas, sindicales, raciales o religiosas, o la vigencia de valores del Estado de Derecho que muchas veces pueden quedar desprotegidos pese al normal funcionamiento democrático, por determinados intereses.[1] Los abogados asumen el compromiso de los asuntos pro bono con la misma atención y cuidado con que tratan los asuntos remunerados y los estudios jurídicos asignan un socio supervisor a cargo de dichos casos pro bono.Por ejemplo, la New York State Bar Association recomienda solamente veinte horas de servicio pro bono anualmente, mientras que la New York City Bar ha promulgado la misma recomendación que la ABA.