Fue esencialmente un conflicto legislativo del gobierno en el plano confesional contra el catolicismo político desde el parlamento, con el apoyo de partidos tradicionalmente liberales y anticlericales.En efecto, los pangermanistas hablan con indignación de los Daicz katolicki, esos alemanes establecidos en la Polonia prusiana y que habrían sido «polaquizados» por el clero católico.El canciller deseaba establecer nuevas relaciones entre el Estado y la Iglesia católica, defendida en el Reichstag por el partido Zentrum.Ante la negativa a aceptar esta nueva legislación, numerosos sacerdotes fueron encarcelados y miembros del alto clero fueron depuestos o expulsados.En 1886 se reactivaría un proceso similar, aunque con características más pangermanistas que anticatólicas, pero no tuvo mayor éxito.