Kulturkampf

Fue esencialmente un conflicto legislativo del gobierno en el plano confesional contra el catolicismo político desde el parlamento, con el apoyo de partidos tradicionalmente liberales y anticlericales.En efecto, los pangermanistas hablan con indignación de los Daicz katolicki, esos alemanes establecidos en la Polonia prusiana y que habrían sido «polaquizados» por el clero católico.El canciller deseaba establecer nuevas relaciones entre el Estado y la Iglesia católica, defendida en el Reichstag por el partido Zentrum.Ante la negativa a aceptar esta nueva legislación, numerosos sacerdotes fueron encarcelados y miembros del alto clero fueron depuestos o expulsados.En 1886 se reactivaría un proceso similar, aunque con características más pangermanistas que anticatólicas, pero no tuvo mayor éxito.
Ilustración «Entre Berlín y Roma» (Bismarck a la izquierda y el Papa a la derecha) en la revista satírica Kladderadatsch (1875): el Papa: «Es cierto que el último movimiento fue desagradable para mí, pero el juego todavía no está perdido porque tengo una muy bonita jugada secreta». Bismarck: «Este también será el último, y entonces usted estará en jaque en un par de movimientos —por lo menos en Alemania—».