Jesús le respondió: «Si no veis señales y prodigios, no creeréis.»
El funcionario real dijo: "Señor, baje antes de que mi hijo muera".
Jesús le respondió: «Ve, tu hijo vivirá».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se fue. Mientras todavía estaba de camino, sus sirvientes lo encontraron con la noticia de que su hijo estaba vivo. Cuando preguntó a qué hora se había curado su hijo, le dijeron: "Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre".
Entonces el padre se dio cuenta de que ése era el tiempo exacto en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vivirá». Y él y toda su familia creyeron.
El funcionario, con base en Cafarnaúm, pudo haber estado al servicio del tetrarca Herodes Antipas o del emperador. No está claro si era judío o gentil. [3]
La curación del hijo del funcionario sigue a la conversación de Jesús con la mujer samaritana sobre "una fuente de agua que salta para vida eterna" y sirve como preludio a la declaración de Jesús cuando se le pregunta después de curar al paralítico en la piscina de Betesda en sábado: "Porque así como el Padre resucita a los muertos y da vida, también el Hijo da vida a quien quiere". [4]
Referencias
^ Craddock, Fred B. (2009). Lucas. Westminster John Knox Press. pág. 94. ISBN978-0-664-23435-5.
^ Francia, RT (1985). El Evangelio según Mateo: Introducción y comentario. Wm. B. Eerdmans. pág. 154. ISBN978-0-8028-0063-3.
^ Moloney, Francis J. (2016). Sacra Página: El Evangelio de Juan. Prensa litúrgica. ISBN978-0-8146-8262-3.
^ Kok, Jacobus (2017). "Capítulo 3 La curación del hijo del oficial real: Un estudio exegético de Juan 4:43-54". Nuevas perspectivas sobre la curación, la restauración y la reconciliación en el Evangelio de Juan. Brill. pág. 52. ISBN978-90-04-24280-7.