Es parecida a la corneja negra, con la que se confunde muchas veces.
Parecido al de un azor o un gavilán, aunque más directo y lento.
Además, se le puede ver en pueblos y a las afueras de ciudades no muy grandes.
Cerca de campos agrícolas arrasa con todo: zanahorias, patatas, maíz, lechuga, coliflor, uva, cerezas, manzanas... cualquier producto le sirve aunque, eso sí, acaba con plagas perjudiciales como las langostas, orugas u otros gusanos, como el gusano blanco.
Tras el cortejo y la cópula, los progenitores hacen un gran nido de palitos en un árbol.
Suelen formar gigantescas colonias de hasta 100 ejemplares y 50 nidos sobre un mismo árbol.