[1] En ese mismo año ingresó en la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras.
Al año siguiente conoció en Roma a Arturo Toscanini y además escribió su Cuarteto para cuerdas en si menor, cuyo segundo movimiento —a sugerencia de Arturo Toscanini— arregló para orquesta de cuerdas, dándole el título de Adagio para cuerdas (Adagio for Strings) y, posteriormente, para coro mixto como Agnus Dei.
Sin abandonar nunca el ámbito de la tonalidad, utiliza un lenguaje disonante, politonal a veces.
En su estreno en Europa fue recibida con frialdad, por lo que actualmente es poco representada en el Viejo Continente, si bien continúa siendo popular en EE.
La New York Philharmonic le encargó también un concierto para oboe, del que solamente pudo componer su movimiento lento central antes de su muerte.
Compuso también obras corales de gran envergadura, como las Prayers of Kierkegaard (1954) y The lovers (1971).
Además de la antes mencionada sonata, su repertorio para piano incluye Excursions, Three sketches, Souvenirs y otras varias piezas sencillas.
Aunque Barber nunca fue un compositor prolífico, compuso mucha menos música a raíz del fracaso de su ópera Antonio y Cleopatra.