Bastet o Bast es una diosa del antiguo Egipto, adorada desde la Segunda Dinastía (2890 a. C.).[1] Se representaba bajo la forma de un gato doméstico, o bien como una mujer con orejas, cola, dientes y ojos de gato, que siempre lleva un ankh (cruz de la vida egipcia) o en otros casos un sistro (instrumento musical) debido a que le agradaba especialmente que los humanos bailaran y tocaran música en su honor.Encarnaba los aspectos pacíficos de diosas peligrosas como Sejmet[4]et, que expresaban las cualidades maléficas del Sol.Según algunos eruditos, como M. Oldfield Howey, su nombre significa la desgarradora, pese a su carácter principalmente benigno.Encontramos necrópolis de este tipo en Bubastis, Saqqara, Tanis, Beni Hassan y Tebas.
Estatua de Bastet. Los egipcios consideraban a los gatos como manifestaciones de la diosa Bastet