Los dedos palmeados son el nombre informal y común para la sindactilia que afecta a los pies (la fusión de dos o más dedos de los pies). Esto es normal en muchas aves, como los patos; en anfibios, como las ranas; y en algunos mamíferos, como los canguros. En los humanos es poco frecuente, ya que se produce una vez cada 2000 a 2500 nacimientos vivos: lo más común es que el segundo y el tercer dedo estén palmeados (unidos por piel y tejido flexible), lo que puede llegar hasta el dedo en parte o casi por completo.
Se desconoce la causa exacta de la afección. En algunos casos, los familiares más cercanos pueden compartir esta afección. En otros casos, ninguna otra persona relacionada tiene esta afección. El nombre científico de la afección es sindactilia, aunque este término abarca tanto los dedos de las manos como de los pies palmeados. La sindactilia se produce cuando la apoptosis o muerte celular programada durante la gestación está ausente o es incompleta. Los dedos palmeados se producen con mayor frecuencia en las siguientes circunstancias: [1]
También se asocia con una serie de enfermedades raras, en particular: [1]
Esta afección se suele descubrir al nacer. Si hay otros síntomas, puede indicar un síndrome específico. [1] El diagnóstico de un síndrome específico se basa en los antecedentes familiares, la historia clínica y un examen físico. Los dedos palmeados también se conocen como "dedos gemelos", "dedos de pato", "dedos de pavo", "dedos de árbol" y "dedos de tigre".
La gravedad puede variar. La mayoría de los casos afectan el segundo y tercer dedo del pie, pero puede afectar a cualquier número de dedos. En algunos casos, los dedos están unidos parcialmente, mientras que en otros la membrana puede extenderse hasta las uñas. En algunos casos, pueden estar fusionados todos los dedos, incluidas las uñas y los huesos.
Los dedos palmeados se pueden separar mediante cirugía. La separación quirúrgica de los dedos palmeados es un ejemplo de modificación corporal .
Al igual que con cualquier tipo de cirugía, existen riesgos de complicaciones. Por el contrario, si no se trata, es muy poco común que los dedos palmeados provoquen complicaciones más allá de las consideraciones estéticas. Por este motivo, muchos profesionales médicos no recomiendan la separación quirúrgica en los casos típicos.
Los resultados finales dependen de la extensión de la membrana interdigital y de la estructura ósea subyacente. Suele haber algún grado de cicatrización y pueden ser necesarios injertos de piel. En casos excepcionales, el daño a los nervios puede provocar pérdida de sensibilidad en los dedos y una sensación de hormigueo. También hay informes de recrecimiento parcial de la membrana interdigital. Los injertos de piel necesarios para rellenar el espacio entre los dedos pueden provocar cicatrices adicionales en los lugares donde se extrae la piel.