Su padre, Okumura, fue un samurái que servía al daimyō local Matsudaira.
En su segundo mandato, perdió el control del Ejército y no pudo evitar el incidente de Mukden, ni las posteriores operaciones militares decididas independientemente por los mandos militares.
[4] Por entonces el país sufría una crisis económica y el prestigio gubernamental era escaso.
[8] Era contrario al establecimiento de un nuevo Estado en Manchuria, pese a que los militares destacados en China amenazaron con proclamarse autónomos del Gobierno tokiota si este no los respaldaba en sus planes en ese sentido.
[9] Tras su retiro como primer ministro, se opuso rotundamente a librar una guerra contra los Estados Unidos, y tras la declaración de las hostilidades, abogó por la pronta terminación de la contienda.