Sally Gunnell

Participó en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde fue finalista y consiguió una meritoria 5.ª posición con 54,03 que era además su mejor marca personal hasta esa fecha.

En los 400 m vallas logró vencer a la vigente campeona olímpica, la australiana Debra Flintoff-King.

El cuarteto británico lo formaban por este orden Phylis Smith, Sandra Douglas, Jennifer Stoute y la propia Gunnell.

En los Campeonatos del Mundo de Stuttgart 1993 volvió a demostrar que era la mejor especialista del mundo, y además de ganar la medalla de oro estableció un nuevo récord mundial con 52,74 La plata fue otra vez para la estadounidense Sandra Farmer-Patrick que hizo 52,79, también por debajo del récord mundial anterior, que lo tenía la soviética Marina Stepanova desde 1986 con 52,94.

Las intregrantes británicas eran esta vez Linda Keough, Phylis Smith, Tracy Goddard y Sally Gunnell.

Su última competición fueron los Campeonatos del Mundo de Atenas 1997, donde volvió a tener problemas y tampoco se clasificó para la final.