La tripulación llamaba al buque "la diligencia" por su mala maniobrabilidad y poca velocidad.
Nelson lo señaló y dijo: "¡Mirad como el noble compañero Collingwood lleva su barco directo a la acción!".
Aproximadamente, en ese mismo momento, Collingwood en el puente del Royal Sovereign comentaba a su capitán Edward Rotheram: "¡Lo que daría Nelson por estar aquí!
[4] Poco después, un bote llegó del Victory llevando consigo al teniente Hill quien informó de que el almirante Nelson había sido herido.
[10] Como al Royal Sovereign le faltaban la mayoría de los mástiles, por lo que le resultaba imposible enviar señales y se encontraba prácticamente ingobernable y virtualmente inhabitable[11] por causa de los destrozos, justo antes de las 16:00, Collingwood se trasladó junto con su bandera a la fragata Euryalus,[12] quienes volvieron a lanzar un cabo para remolcar por segunda vez al Royal Sovereign.
[10] Al fin de la acción, Collingwood envió señales desde la fragata para que la flota anclase.