Paul Deschanel

Elegido diputado por Eure-et-Loir en 1885, se convirtió desde el principio en uno de los más notables oradores del grupo progresista republicano.

En lo sucesivo, como parlamentario y como presidente de la Cámara, se dedicó a la lucha contra la izquierda (no lo hizo sólo en el Parlamento, sino también en reuniones públicas por toda Francia).

Aspiraba a un rol más activo que el que había sido de rigor durante la Tercera República Francesa, pero su salud mental le impidió poner sus ideas en práctica.

Fue el único jefe de Estado francés durante cuyo mandato no fue ejecutado ningún condenado (la pena de muerte fue abolida en 1981 con el apoyo del presidente François Mitterrand).

Él mismo fue durante mucho tiempo un opositor a la pena capital.