Este protocolo ha sido impulsado por los propios usuarios de Internet para aportar mayor seguridad y humanidad a la comunicación y así combatir problemas de la red tales como el fraude, el spam (mensajes o correo 'basura'), los bulos (en inglés hoaxes) y las noticias bulo o noticias falsas.
Sin embargo, estas normas de netiqueta no son rígidas e inamovibles, sino que se adaptan a cada comunidad o grupo social, quienes van elaborando sus propias reglas, e incluso designando a personas encargadas única y exclusivamente de su cumplimiento.
El libro Netiquette[5] de Virginia Shea publicado en 1994 contiene 10 reglas básicas de comportamiento en la red: Estos imperativos, o mandamientos, se pueden sintetizar en dos: Ponerse en el lugar del otro siempre que utilicemos la red y pensar que el otro no es siempre como yo.
El término se menciona a menudo en relación con la seguridad en Internet y la netiqueta.
El término se ha utilizado ya en 1998 y ha sufrido varios cambios en su descripción a medida que los nuevos avances tecnológicos han cambiado el método y la frecuencia con que las personas interactúan entre sí en línea.