Mateo 8:31 es el versículo 31 del octavo capítulo del Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento .
En el griego original según Westcott-Hort este versículo dice:
En la versión King James de la Biblia el texto dice:
La Nueva Versión Internacional traduce el pasaje así:
Para una colección de otras versiones, consulte BibleHub Mateo 8:31.
Marcos 5:11 nos dice que la manada estaba compuesta de “unos dos mil cerdos”.
El motivo exacto por el que los judíos criaban cerdos es motivo de debate. Un par de teorías son: 1) para venderlos a los gentiles para el uso de los soldados romanos, 2) para proporcionar manteca para engrasar las ruedas de los carros. [1]
Lapide plantea tres posibilidades sobre por qué los demonios hacen esta petición: 1) al no poder dañar a las personas directamente, buscaron dañar sus posesiones; 2) para poder despertar la malicia de los que habitaban en la región (que es lo que sucedió); 3) "los espíritus limpios se deleitan en cosas inmundas" (es decir, los cerdos). [2]
Agustín : “Aunque las palabras de los demonios son relatadas de diversas maneras por los tres evangelistas, sin embargo esto no es difícil, porque o todas tienen el mismo sentido, o se puede suponer que todas fueron dichas. Tampoco porque en Mateo hablan en plural, en los otros en singular; porque incluso los otros dos evangelistas cuentan que cuando le preguntaron su nombre, respondió: Legión, mostrando que los demonios eran muchos. Ahora bien, no lejos de allí había una piara de muchos cerdos paciendo; y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas de aquí, mándanos a los cerdos.” [3]
Gregorio Magno : “El Diablo sabe que por sí mismo no tiene poder para hacer nada, porque no es por sí mismo que existe como espíritu”. [3]
San Remigio : "No pidieron ser enviados a los hombres, porque vieron a Aquel por cuya excelencia fueron torturados existiendo en forma humana. Tampoco pidieron ser enviados a las ovejas, porque las ovejas son animales limpios por institución de Dios, y entonces fueron ofrecidas en el templo de Dios. Pero pidieron ser enviados a los cerdos más bien que a cualquier otro animal inmundo, porque este es el más inmundo de todos los animales; de donde también recibe su nombre 'porcus', por ser 'spurcus', sucio, y deleitarse en la inmundicia; y los demonios también se deleitan en la inmundicia del pecado. No pidieron ser enviados al aire, a causa de su anhelo de dañar a los hombres. Y él les dijo: Id." [3]