Cuando las películas sonoras ganaron popularidad en 1929 y 1930, Schlesinger buscó maneras de aprovechar esto para hacer negocios.
Luego firmó un contrato con el estudio para producir la nueva serie Looney Tunes, y junto a los animadores Hugh Harman y Rudolf Ising crearon los dibujos animados con su personaje Bosko como protagonista.
Schlesinger le dio a sus empleados gran libertad para crear lo que ellos quisieran.
Schlesinger vendió sus acciones en Pacific Art & Title en 1936 para concentrarse en su estudio de animación.
En otra ocasión, boicoteó a los premios Óscar ya que según él tenían un trato preferencial para Walt Disney Studios.
Schlesinger continuó siendo la cabeza del estudio hasta 1944 cuando lo vendió a Warner Bros.