Arte efímero [1] es el nombre que se le da a toda expresión artística concebida bajo un concepto de transitoriedad en el tiempo, de no permanencia como obra de arte material y conservable. Por su carácter perecedero y transitorio, el arte efímero (o arte temporal ) no deja una obra duradera, o si lo hace –como sería el caso de la moda- ya no es representativa del momento en el que fue creada. En estas expresiones es determinante el criterio del gusto social, que es el que marca las tendencias, para lo cual es imprescindible el trabajo de los medios de comunicación , así como el de la crítica de arte . [2]
Independientemente de que cualquier expresión artística pueda ser o no perdurable en el tiempo, y de que muchas obras concebidas bajo el criterio de perdurabilidad puedan desaparecer en un corto periodo de tiempo por cualquier circunstancia indeterminada, el arte efímero tiene en su génesis un componente de transitoriedad, de objeto o expresión fugaz en el tiempo. Se trata de un arte pasajero, momentáneo, concebido para el consumo instantáneo. Partiendo de este supuesto, las artes efímeras son aquellas cuya naturaleza es la de no perdurar en el tiempo, o bien aquellas que se encuentran en constante cambio y fluctuación. Dentro de este género pueden considerarse artes efímeras expresiones como la moda, la peluquería , la perfumería, la gastronomía y la pirotecnia , así como diversas manifestaciones del arte corporal como el tatuaje y el piercing . El concepto de arte efímero incluiría también las diversas modalidades del llamado arte de acción, como el happenning , la performance, el environment y la instalación , o el arte conceptual , como el body art y el land art , así como otras expresiones de la cultura popular, como el grafiti . Finalmente, dentro de la arquitectura existe también una tipología de construcciones que suelen expresarse como arquitectura efímera , ya que son concebidas como edificios transitorios que cumplen una función restringida a un periodo de tiempo. [3]
El arte temporal suele exhibirse al aire libre en lugares públicos o inesperados. Las ciudades suelen promocionarlo o presentarlo en eventos o festivales.
El carácter efímero de ciertas expresiones artísticas es ante todo un concepto subjetivo sujeto a la propia definición de arte, término controvertido y abierto a múltiples acepciones, que han oscilado y evolucionado a lo largo del tiempo y del espacio geográfico, pues el término «arte» no ha sido entendido de la misma manera en todos los tiempos y lugares. El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción los sustratos económicos y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a través del espacio y del tiempo. Sin embargo, la definición de arte es abierta, subjetiva, discutible; no existe un acuerdo unánime entre historiadores , filósofos o artistas. En la antigüedad clásica grecorromana , una de las principales cunas de la civilización occidental y la primera cultura en reflexionar sobre el arte, se consideraba arte a una habilidad humana en cualquier ámbito productivo, prácticamente un sinónimo de «habilidad». En el siglo II Galeno dividió el arte en artes liberales y artes vulgares, según tuvieran un origen intelectual o manual. Las artes liberales incluían la gramática , la retórica y la dialéctica —que formaban el trivium— y la aritmética, la geometría, la astronomía y la música —que formaban el quadrivium— ; las artes vulgares incluían la arquitectura, la escultura y la pintura, pero también otras actividades que hoy en día se consideran artesanías . [4] En el siglo XVI, la arquitectura, la pintura y la escultura comenzaron a ser vistas como actividades que requerían no solo artesanía y habilidad, sino también una especie de concepción intelectual que las hacía superiores a otras clases de artesanías. Así nació el concepto moderno de arte, que durante el Renacimiento adquirió el nombre de arti del disegno (artes del diseño), ya que se entendía que esta actividad —diseñar— era la actividad principal en la génesis de las obras de arte. [5] Posteriormente, expresiones como la música, la poesía y la danza fueron consideradas actividades artísticas, y en 1746 Charles Batteux estableció en Las bellas artes reducidas a un solo principio la concepción actual de Bellas artes, término que ha llegado a tener éxito y ha llegado hasta nuestros días. [6]Sin embargo, los intentos de establecer unos criterios básicos sobre qué expresiones pueden ser consideradas arte y cuáles no han resultado algo infructuosos, produciendo en cierto modo el efecto contrario y acentuando aún más la indefinición del arte, que hoy es un concepto abierto e interpretable, donde caben multitud de fórmulas y concepciones, si bien se acepta generalmente un mínimo común denominador basado en cualidades estéticas y expresivas, así como un componente de creatividad. Actualmente, a la clasificación tradicional de las artes, ciertos críticos e historiadores han añadido expresiones como la fotografía, la cinematografía , el cómic, el teatro, la televisión, la moda, la publicidad, la animación, los videojuegos, etc., y aún existe cierto desacuerdo sobre otro tipo de actividades expresivas. [ cita requerida ]
Un aspecto esencial en la génesis del arte es su componente social, la interrelación entre artista y espectador, entre la obra y su consumidor. Una obra de arte responde a criterios sociales y culturales, de espacio y tiempo, fuera de los cuales, aunque perdure como objeto físico, pierde su significación conceptual, la razón por la que fue creada. Aun así, el ser humano siempre ha tenido el afán de coleccionar y conservar estos objetos por sus cualidades únicas e irrepetibles, como documentos de épocas que perduran en la memoria, y que representan expresiones genuinas de los pueblos y culturas que se han sucedido a lo largo del tiempo. Precisamente, el carácter coleccionable de ciertos objetos, frente a otros de consumo más rápido, representó una primera barrera entre la clasificación de ciertas expresiones como arte y no otras, a menudo denominadas peyorativamente como “moda”, “adorno”, “entretenimiento” y términos similares. Los museos y academias de arte , encargados de la conservación y difusión del arte, también se encargaron de patrocinar y dar prioridad a unas expresiones artísticas sobre otras, y mientras pinturas y esculturas ingresaban a estas instituciones sin ningún problema, otros objetos o creaciones de diversa índole eran relegados al olvido después de haber cumplido su función momentánea, o a lo sumo permanecían en la memoria a través de testimonios escritos o documentos que daban fe de su existencia. [7]
Desde hace tiempo se ha especulado sobre la artisticidad de las expresiones efímeras, sobre si el carácter efímero del arte y de la belleza puede devaluar estos conceptos. La devaluación de lo efímero comienza con Platón , para quien las cosas bellas no eran perdurables, ya que lo único eterno es la «idea de lo bello». De manera similar, el cristianismo –del que emanó toda la estética medieval– rechazó la belleza física como transitoria, ya que la única belleza inmutable era la de Dios. Sin embargo, a partir del siglo XIX comenzó a producirse un cambio de actitud hacia la belleza efímera, y comenzó a valorarse por sus cualidades intrínsecas. Los románticos valoraban «lo que nunca se verá dos veces», y Goethe llegó a afirmar que sólo lo efímero es bello: «¿Por qué soy efímero, oh Zeus? dice la Belleza / No hago bello, dice Zeus, más que lo efímero» (Las estaciones). [8]
Aunque desde los inicios de la expresividad artística humana han existido diversas manifestaciones que pueden considerarse como arte efímero –incluso podría considerarse como algo inherente a una determinada concepción del arte–, fue en el siglo XX cuando estas formas de expresión adquirieron un gran auge. La estética contemporánea ha presentado una gran diversidad de tendencias, en paralelo a la atomización de estilos producida en el arte del siglo XX. Tanto la estética como el arte de hoy reflejan ideas culturales y filosóficas que fueron surgiendo a finales del siglo XIX y principios del XX, en muchos casos contradictorias: la superación de las ideas racionalistas de la Ilustración y el paso hacia concepciones más subjetivas e individuales, a partir del movimiento romántico y cristalizando en la obra de autores como Kierkegaard y Nietzsche , suponen una ruptura con la tradición y un rechazo a la belleza clásica. El concepto de realidad fue cuestionado por las nuevas teorías científicas: la subjetividad del tiempo ( Bergson ), la relatividad de Einstein , la mecánica cuántica, la teoría del psicoanálisis de Freud, etc. Por otro lado, las nuevas tecnologías cambiaron la función del arte, pues la fotografía y el cine ya se encargaban de captar la realidad. Todos estos factores produjeron la génesis de las nuevas tendencias del arte contemporáneo: el arte abstracto, el arte de acción y conceptual, el arte efímero, donde el artista ya no intenta reflejar la realidad, sino su mundo interior, expresar sus sentimientos. [9]
En el siglo XX, movimientos como el futurismo exaltaron el carácter efímero del arte, y Marinetti escribió que «nada me parece más bajo y mezquino que pensar en la inmortalidad al crear una obra de arte» (Futurismo, 1911). Incluso el visionario arquitecto Antonio Sant'Elia abogó por construir casas que «duren menos que los arquitectos» (Manifiesto de la arquitectura futurista, 1914). Surgió así una nueva sensibilidad por la que las obras de arte adquirían una autonomía propia, evolucionando y transformándose con el tiempo en paralelo a la percepción que el espectador tiene de ellas. En este contexto, el artista es simplemente un artífice que establece las condiciones para que la obra siga su propio destino. [8]
El arte contemporáneo está íntimamente ligado a la sociedad, a la evolución de conceptos sociales, como el mecanicismo y la devaluación del tiempo y de la belleza. Es un arte que destaca por su instantaneidad, necesita poco tiempo para la percepción. El arte actual tiene continuas oscilaciones del gusto, cambia simultáneamente: así como el arte clásico se basaba en una metafísica de ideas inmutables, el arte actual, con sus raíces kantianas , encuentra el gusto en la conciencia social del placer ( cultura de masas ). En una sociedad más materialista, más consumista, el arte se dirige a los sentidos, no al intelecto. Así, el concepto de moda, combinación de la velocidad de la comunicación y el aspecto consumista de la civilización actual, adquirió especial relevancia. La velocidad del consumo desgasta la obra de arte, haciendo oscilar el gusto, que pierde su universalidad y predominan los gustos personales. Así, las últimas tendencias artísticas han perdido incluso el interés por el objeto artístico: el arte tradicional era un arte del objeto, el arte actual es un arte del concepto. Hay una revalorización del arte activo, de la acción, del arte espontáneo, efímero, no comercial. [10]
Por último, conviene recordar que la percepción de lo efímero no se aprecia del mismo modo en el arte occidental que en otros ámbitos y otras culturas, del mismo modo que no todas las civilizaciones tienen el mismo concepto del arte. Uno de los países donde más se valora el carácter fugaz y momentáneo de la vida y sus representaciones culturales es Japón: el arte en la cultura japonesa tiene un gran sentido de la introspección y de la interrelación entre el ser humano y la naturaleza, representado por igual en los objetos que le rodean, desde los más recargados y rotundos hasta los más sencillos y cotidianos. Esto se pone de manifiesto en el valor que se da a la imperfección, a lo efímero de las cosas, al sentido emocional que los japoneses establecen con su entorno. Así, por ejemplo, en la ceremonia del té , los japoneses valoran la calma y la tranquilidad de este estado de contemplación que consiguen con un ritual sencillo, basado en elementos simples y una armonía que proviene de un espacio asimétrico e inacabado. Para los japoneses, la paz y la armonía se asocian a la calidez y al confort, cualidades que reflejan a su vez su concepto de belleza. Incluso a la hora de comer, lo que importa no es la cantidad de comida ni su presentación, sino la percepción sensorial de la comida y el sentido estético que le dan a cualquier acto. [11]
El arte temporal ha sido una forma de presentar el arte al público. La instalación de arte temporal también se utiliza en conjunto con eventos o festivales. [12] Ocasionalmente, el arte temporal se puede utilizar para generar conciencia pública o puede usarse para crear belleza fugaz. En ocasiones, se exhibe en lugares inesperados. [13]
Ocasionalmente, los eventos o festivales invitan al arte temporal. El Festival Internacional de Naturaleza y Medio Ambiente de 2022 se combina con un Festival Internacional de Arte Basura en Gödöllő, Hungría. Es un ejemplo de un festival de cine que invita al arte temporal con un tema ambiental. [14]
A mediados y fines de la década de 1970, Nueva Zelanda vio una oleada de arte conceptual efímero (arte temporal) , arte de intervención , arte de performance y arte ambiental, principalmente centrado en Wellington, pero también en Auckland y Christchurch, en gran parte obra de estudiantes que surgían de las escuelas de arte de la Universidad, la Galería Nacional de Arte de Nueva Zelanda y la cooperativa de artistas. [15] [16]
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