John C. Calhoun se desempeñó en varios empleos federales (a los que él denominaba "nacionales"), tanto como séptimo vicepresidente de los Estados Unidos entre 1828 y 1832, durante las presidencias de John Quincy Adams y Andrew Jackson.Renunció a tal cargo para ser electo para el Senado federal, donde ejercería mucho más poder e influencias que como segundo hombre del presidente.Este papel estuvo antecedido por su demanda pública de guerra en 1807 en lo que se conoció como el Incidente Chesapeake-Leopard.Calhoun asumió una postura reformista, apoyando la centralización y la eficiencia en el departamento a cargo de los asuntos indígenas, pero el poder legislativo se opuso a sus intentos de reforma.En este sentido Calhoun estimaba que una continua crítica y agitación respecto del tema de la esclavitud amenazaría la Unión.El programa nacionalista del presidente, parecido al del propio Calhoun, le pareció que iba mucho más allá de los propios intereses de Adams y Clay, razón por la cual se opuso a él.En 1828 se presentó como candidato a la reelección como vicepresidente como compañero de fórmula de Andrew Jackson y se convirtió en el último vicepresidente en servir bajo distintos presidentes.De regreso a su tierra natal redactó la llamada "South Carolina Exposition and Protest" ("Exposición y protesta de Carolina del Sur"), un ensayo publicado anónimamente en el cual denunciaba la filosofía nacionalista a la cual había apoyado.En respuesta a esta actitud, el Congreso Federal aprobó una ley conocida como la "Force Hill", por la cual autorizaba al presidente Jackson el uso de la fuerza en caso de que fuera necesaria, para hacer cumplir las leyes federales.",[7] ante lo cual Calhoun quien fue sorprendido totalmente, respondió –puesto que le correspondía el siguiente brindis- con la frase: "¡La Unión, después de nuestra libertad más preciada!".Esta decisión resultó acertada para sus intereses, puesto que sería en el Senado donde alcanzó su máxima influencia y fama.Calhoun lideró a la facción esclavista del Senado entre 1830 y 1840, oponiéndose no solo al abolicionismo sino promoviendo la esclavitud activamente en los nuevos territorios adquiridos por los Estados Unidos hacia el occidente.Y pese a que ya varios defensores de la esclavitud la habían defendido en términos de un "mal necesario", Calhoun en un famoso discurso en la cámara legislativa declaró que la esclavitud era un "bien positivo" para el país.Historiadores como Charles M. Wiltse y Margaret Coit han retratado en sus escritos a Calhoun como una figura simpática o heroica.