Pertenecía a la aristocrática familia Contarini.
[2] Se cuenta que en torno a la cuestión, discutida con el Papa, de los derechos pontificios sobre Cervia y Rávena contestó: "Santísimo Padre, como nos pusiésemos a dilucidar los derechos sobre los estados mediante la averiguación de sus orígenes, no encontraríamos hoy ni un solo príncipe legítimo".
En 1541 fue enviado como legado pontificio a la Dieta de Ratisbona, donde se esforzó en aproximar las posturas de católicos y protestantes, sin éxito.
Se le atribuye la definición del principio sola fide, con lo que, a pesar de su posición católica, habría contribuido involuntariamente a la propagación del protestantismo.
[3] Entre sus publicaciones está el tratado De immortalitate animas, contra Pietro Pomponazzi, de quien había sido discípulo.