Sin embargo se trataba de un edificio para demostrar poder, la última tecnología del imperio.
Es el más grande con 1.420.000 m², y constituye un gran pulmón de la ciudad.
Joseph Paxton, quien diseño el Palacio, empleo sus conocimientos como reconocido jardinero de lujosos jardines, y opto por buscar generar un fuerte vínculo entre la obra y el paisaje que lo rodeaba.
Fue considerado revolucionario, por ser un edificio monumental que se desplazó hacia el exterior, permitiendo dar pie a que los edificios de gran tamaño, los cuales en su época se caracterizaban como robustos y cerrados, empezara a abrirse hacia el paisaje, manteniendo una relación con el exterior.
Logró a partir de esta apertura hacia el exterior realzar la importancia del paisaje en relación con la arquitectura, compartiendo su pasión de los jardines.