R. ursinus × idaeus

Knott jamás había oído de la nueva baya pero quedó en acuerdo con Darrow para buscarla.Enfrentando la situación sin altos, Darrow y Knott se dirigieron a la antigua granja de Boysen donde descubrieron varias viñas débiles entre un mar de malezas.Trasplantaron las viñas a la granja de Knott en Buena Park (California) y las cuidaron hasta que se mejoraran y produjeran más fruta.[5]​ Comenzó a vender las bayas en su puesto al lado de su granja en 1932 y se fijó que el público regresaba a comprar sus grandes sabrosas bayas.Cuando le preguntaban cómo se llamaban, Knott les decía que eran zarzas de Boysen, un tributo a su inventor.