William Beebe

Dejó dicho trabajo para entregarse a una vida aventurera, viajando por Asia y Suramérica acompañado de varias ayudantes.Más tarde formó equipo con Otis Barton, quien provenía de una familia muy rica y aportó los 12.000 dólares que le permitieron diseñar y construir la primera batisfera, mérito que erróneamente suele atribuirse a Beebe.En 1930, con la primera inmersión de la batisfera, lograron descender a una profundidad de 183 m, estableciendo un récord mundial, y en 1934 lograron superar el récord de descenso anterior, alcanzando los 923 metros de profundidad, marca que se mantuvo hasta pasada la Segunda Guerra Mundial.Beebe escribió múltiples libros de sus expediciones, algunos fueron grandes ventas, siendo especialmente interesantes sus exploraciones en el mar.Entre los libros de divulgación que escribió destacan Galápagos, fin del mundo y Días en la selva, además de otros libros con temas como la fauna, la flora, o la ornitología.