Festspielhaus de Bayreuth

Es la sede del Festival de Bayreuth, para el que fue especialmente concebido y construido por el propio Wagner.

Fue el lugar donde se estrenó Parsifal, la última ópera de Wagner (1882), así como Sigfrido y El ocaso de los dioses, las dos últimas partes del ciclo El anillo del nibelungo, que vio aquí también su primera representación integral (1876).

El teatro ha mantenido el mismo aspecto durante toda su historia, principalmente en la parte accesible al público.

[2]​[3]​ Una característica muy significativa del Festspielhaus es la disposición inusual del foso de la orquesta, que se extiende bajo el suelo del escenario y está cubierto por un techo (actualmente metálico, originalmente de madera), de forma que la orquesta es completamente invisible para el público.

Por otra parte, la disposición hace muy difícil dirigir la orquesta, incluso para los mejores directores del mundo, no solo por la oscuridad que reina en el foso, sino porque la reverberación acústica en su interior hace difícil la sincronización entre la orquesta y los cantantes.

Vista lateral del Festspielhaus.
Interior del auditorio, en la actualidad.
El interior del Festspielhaus, durante la primera representación del Anillo del Nibelungo , en 1876.
El foso de la orquesta queda oculto debajo de una gran concha de madera que devuelve el sonido al escenario, de forma que se mezcla la música con la voz de los cantantes.