Sus primeras experiencias al intentar aprender más sobre el lesbianismo engendraron su trabajo con bibliotecas durante el resto de su vida.
En los años setenta, Gittings estuvo más implicada con la American Library Association, creando el primer caucus (asamblea partidista) gay en una organización profesional, con el objetivo de promover la literatura positiva sobre la homosexualidad en las bibliotecas.
Su autoproclamada misión en la vida era desgarrar el «velo de invisibilidad» sobre la homosexualidad que lo asociaba al crimen y a las enfermedades mentales.
[1] Recibió como premio honorífico la pertenencia de por vida como miembro en la American Library Association, y además la ALA nombró en su honor un premio anual para la mejor novela gay o lésbica, The Barbara Gittings Award.
En una ceremonia tras su fallecimiento, Matt Foreman, director de la National Gay & Lesbian Task Force dijo: «¿Qué le debemos a Bárbara?
[3] Su familia regresó a los Estados Unidos tras el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y se establecieron en Wilmington (Delaware).
[4] Mientras estudiaba drama en la Northwestern University, Gittings desarrolló una estrecha pero no sexual amistad con otra estudiante, iniciando los rumores de que eran lesbianas, lo que llevó a Gittings a examinar su propia orientación sexual.
La amiga de Barbara sugirió que se vieran menos para no fomentar los rumores sobre ambas.
[13] Sin embargo, Gittings descubrió que tenía muy poco en común con las mujeres que conocía en los bares, y tras presenciar como un conocido suyo gay recibía una paliza tras abandonar un bar, comenzó a concentrar sus energías en recopilar libros.
Durante su estancia en California, conoció a Phyllis Lyon y Del Martin, quienes había cofundado Daughters of Bilitis (DOB) en San Francisco.
[7] En 1982, Gittings dijo que, «Me uní al movimiento en 1958, cuando el tema de la homosexualidad estaba aún envuelto en el más completo silencio.
En todo Estados Unidos existían a lo mejor media docena de grupos, unas doscientas personas activas en total».
Gittings no fue despedida, pero a cambio sí se le pidió que tuviera más cuidado.