Es conocida en Alemania por su estilo distintivo y académico, así como por su increíble influencia.
Los tres responsables de prensa eran John Seymour Chaloner, Henry Ormond y Harry Bohrer, este último como redactor jefe en funciones.
Las fuerzas de ocupación británicas prohibieron Der Spiegel durante quince días cuando el gobierno holandés se quejó.
Hans-Konrad Schmeißer, antiguo agente del Servicio Secreto Francés, había afirmado que el canciller Adenauer, el director ministerial Herbert Blankenhorn y el cónsul general Adolph Reifferscheidt habían trabajado para el servicio secreto francés y habían suministrado mensajes secretos a un agente francés.
[4] En 1958, comenzó en Spiegel el debate sobre las leyes de emergencia alemanas, que más tarde (1960, 1963, 1965) se convirtieron en varios proyectos de ley del ministro del Interior Gerhard Schröder.
En 1974, se produjo una reestructuración de la compañía, según la cual todo empleado que trabajase en la revista durante más de tres años tendría derecho a participar en la gerencia y beneficios.
Desde 1952, Der Spiegel ha ocupado su propio edificio en la parte vieja de Hamburgo.
El Ministro Federal de Defensa Franz Josef Strauß hace detener por la policía en España al redactor jefe de Spiegel, Conrad Ahlers, por acusaciones falsas y lo traslada a Alemania.
Dos días después, Rudolf Augstein se entregó a la policía y fue detenido.
En 1963, Strauß dijo del periódico: Strauss tuvo que dimitir tras el asunto.
En 1970 se fundó el Manager Magazin, publicado por una filial del Grupo Spiegel.
De hecho, la revista se hizo famosa en el año 1950, cuando el parlamento federal tuvo que hacer una investigación sobre las acusaciones de la revista, según la cual, parlamentarios sobornados habían ayudado a que fuese Bonn (y no Fráncfort) la sede del gobierno de la República Federal Alemana.
Tras el anuncio del ascenso previsto, los miembros restantes, Jürgen Dahlkamp, Gunther Latsch y Jörg Schmitt, abandonaron el equipo de investigación y se trasladaron a otros departamentos.
[24][25] Una de las principales críticas recibidas por el Spiegel se refiere al lenguaje usado por la revista.
En sus primeros años, importantes autores le acusaron de "destrozar" el idioma alemán.
[cita requerida] Desde que Stefan Aust tomase el poder en 2002, al semanario se le acusa de moverse a la derecha política, pasando de apoyar al gobierno eco-socialista a mantener una tendencia neoliberal.
La circulación de Der Spiegel aumentó rápidamente, al igual que su influencia.
En 1993, la compañía editorial Burda lanzó la revista Focus, diseñada como una alternativa a Der Spiegel, con una mayor inclinación al conservadurismo.
El resto de la edición impresa se puede obtener en formato PDF previo pago.