Raymond Smullyan

Sin una perspectiva clara en su horizonte, se ganaba la vida como mago, realizando algunos trucos tradicionales de cartas, y otros de propia invención, mezclados con la lógica matemática, lo que le dio un cierto renombre.

Un año más tarde fue a Chicago, donde se matriculó en algunos cursos, dejándolo tras el primer semestre.

Sin rumbo fijo en su vida, no tardaría en regresar a Nueva York, permaneciendo allí por dos años, y trabajando otra vez como mago en los locales de Greenwich Village.

Una vez más, en 1949, regresó a Chicago para recibir algunos cursos en la universidad, mientras continuaba con su carrera como mago.

En 1954 continuaba estudiando en la universidad, realizando algunas investigaciones por cuenta propia, aunque no contaba con los créditos suficientes para obtener un título de grado.