Sin embargo, se defienden bien porque han desarrollado un sistema evasivo por escucha de las notas ultrasónicas que emite el mamífero volador para localizar presas; un delicado órgano auditivo envía señales nerviosas a los músculos alares provocando microespasmos, causando que la mariposa vuele muy erráticamente.
Y este movimiento azaroso tiene el efecto de evadir al cazador entrante en su vuelo.
Muchas especies tienen larvas oruga que son plagas de la agricultura y la horticultura.
Ejemplos de noctuidos migratorios son Autographa gamma, cuyos movimientos han sido estudiados con radar[5] y Helicoverpa zea, su migración estudiada con "globos de superpresión" (tetroon).
[6] El número y amplitud de las subfamilias varía según los diferentes sistemas taxonómicos adoptados:[2][7]