Normalmente, se tratan de largas vías paralelas y adyacentes a las vías principales, especialmente en tramos de descenso acusado y prolongado, y suelen tener alguna separación física mediante barreras de hormigón o bolardos, cubiertas con una gruesa capa de arena o gravilla, con tamaño suficiente como para dar protección a un camión de grandes dimensiones.
[1] Los diseños incluyen: Las rampas de escape de emergencia están normalmente ubicadas en pendientes muy pronunciadas, como en áreas montañosas.
[1] Al descender por mucho tiempo, las pendientes permiten a los vehículos tomar grandes velocidades, y los frenos de los camiones pueden sobrecalentarse y fallar por un uso excesivo.
[2] Aun así, estos pueden variar de un país/región a otro.
En México, algunos conductores han reportado su reticencia a utilizar las rampas por tener un alto costo su utilización, siendo la entidad gubernamental CAPUFE (Caminos y Puentes Federales) la encargada de su administración y cobro.