Su padre, Roberts Mauriņš, era médico rural; su madre, Melanie Mauriņa, nacida Melanie Knappe, de origen alemán, era una pianista de San Petersburgo.
Huyendo de los soviets, a través de Alemania, llegó a Upsala, en Suecia, donde permaneció hasta 1966.
Seguidamente se trasladaría a vivir a Bad Krozingen, al sur de Friburgo de Brisgovia, en Alemania.
Fue esposa del también escritor letón, filósofo y psicólogo Konstantin Raudive.
La obra de Maurina está marcada por las tres lenguas que dominaba: letón, ruso y alemán, y por el destino de Letonia en el siglo XX, entre la libertad y la opresión.