Su poesía, singular, tanto desde el punto de vista léxico como el sintáctico, es, además de comprometida, novedosa y, ¿por qué no decirlo?, provocadora.
El mundo del poeta es personal, sí, mas siempre a partir de una realidad, de un aquí y un ahora.
Como innovador, merece la atención el haber llevado a la poesía en francés la prosodia árabe más clásica.
Así lo observamos desde sus primeras obras, como "El Programa de la Rosa"( برنامج الوردة, bernamaj al uarda',1984), hasta su reciente "Zona Cero"(أرض الصفر , Ardh assifr, 2005), que concibió a partir de los trágicos sucesos del 11 Septiembre.
Poeta, así, con el que hay que contar, desde luego, para escribir las páginas de la historia de la poesía árabe.