Yacimiento de Villarroya

Sus fósiles reflejan los últimos representantes de las grandes faunas neógenas y las primeras modernas.

[4]​ El relleno de la cuenca está condicionado por la actividad creciente de una falla normal este-noreste que formó una depresión alargada, la cuenca intramontana, y limita los afloramientos por el suroeste- El escarpe que se produjo elevó las rocas mesozoicas, que serían además la fuente de los carbonatos.

El yacimiento clásico de Villarroya se encuentra en facies fluviales.

[5]​ Solo se ha identificado un molar de pika o liebre silvadora en Vi-1, perteneciente al género Prolagus, sin determinar la especie.

[9]​ Carvajal visitó el yacimiento y recogió algunos fósiles, que consideró lo suficientemente importantes como para desplazarse a Francia con ellos para estudiarlos con el paleontólogo francés Charles Depéret, entonces profesor de geología en la Universidad de Lyon.

[4]​ La presentación pública del yacimiento se produjo en 1926, en el marco del XIV Congreso Geológico Internacional, que se celebró en la sala principal de lo que hoy es el Museo Geominero de Madrid.

[4]​ El material recolectado por Carvajal se depositó en el Instituto Geológico y Minero de España (hoy conservado y expuesto en su Museo Geominero)[12]​ Con posterioridad, el paleontólogo e historiador Ignacio Olagüe recolectó más fósiles para el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, colección que amplió en 1931 con la colaboración de Royo Gómez y Sos Baynat.

El paleontólogo valenciano José Ramón Bataller actuó como delegado del IGME.

Aspecto de los sedimentos de relleno de la cuenca en el lugar de la excavación de 1988-1989. Facies fluviales y de abanico aluvial.
Hemimandíbula, casi completa, de Hipparion rocinantis (posible réplica)
Fragmento mandibular de Croizetoceros ramosus villarroyensis