El xilófono (pronunciado /si'lofono/, del griego ξύλον xylon madera y φωνή phōnē voz) es un instrumento musical de percusión.
Cada lámina se afina según un tono específico (nota musical) de la escala cromática.
El ranat, parecido a un xilófono, se utilizaba en las regiones hindúes (kashta tharang).
Siguen teniendo una importancia tradicional en Malasia, Melanesia, Indonesia, Tailandia, Birmania y regiones de América.
En Birmania, al xilófono se le conoce como Pattala y suele estar hecho de bambú.
[5] Esto suele duplicar un pulso rítmico ya de por sí rápido que también puede coexistir con un contrarritmo.
[4][8][9] El gyil (Inglés pronunciación: /ˈdʒɪlə,_dʒiːl/) es un instrumento pentatónico común a las poblaciones que hablan gur en Ghana, Burkina Faso, Malí y Costa de Marfil en África Occidental.
También puede ser tocado por una sola persona con el tambor y la parte de baquetas como acompañamiento, o por un solista.
La silimba es un xilófono desarrollado por el pueblo lozi en Barotselandia, al oeste de Zambia.
Dos intérpretes se sientan uno frente al otro y tocan los mismos troncos en una técnica de enclavamiento en un tempo rápido.
Para este xilófono se utiliza actualmente un tipo especial de notación, que consiste en números para y puntos.
Sus teclas están montadas sobre calabazas y se golpean con mazos con puntas de goma.
Los intérpretes suelen llevar cilindros de hierro y anillos sujetos a las manos para que tintineen mientras tocan.
[17] Luego hay otras descripciones del instrumento, pero el término "xilófono" no se utiliza hasta la década de 1860.
Una versión primitiva apareció en Eslovaquia[7]: 98 , y la referencia más temprana a un instrumento similar data del siglo XIV.
No tenía resonadores y se tocaba rápidamente con palos en forma de cuchara.
Entre los xilófonos modernos se encuentran Bob Becker, Evelyn Glennie e Ian Finkel.
En Estados Unidos, hay bandas de marimba zimbabuense especialmente concentradas en el noroeste del Pacífico, Colorado y Nuevo México, pero existen bandas desde la costa este hasta California e incluso hasta Hawái y Alaska.
Los resonadores suelen estar fabricados con agujeros cubiertos por un fino celofán (similar al balafón) para conseguir el característico zumbido.