William S. Rosecrans
Posteriormente, fue instructor en West Point, asumiendo igualmente diversos destinos en la zona de Nueva Inglaterra.Se reincorporó como voluntario al servicio activo, ejerciendo como ayudante de campo del general George B. McClellan.Sus planes y las decisiones que tomó se revelaron sumamente eficaces en la campaña de Virginia Occidental, incluyendo la victoria del Ejército federal en la batalla de Rich Mountain; sin embargo, su superior, el mayor general George B. McClellan, fue quien recibió el crédito por la victoria.Debido a ello, Rosecrans rechazó ir el este con McClellan (quien se convirtió en comandante en jefe de los ejércitos de la Unión y más tarde en comandante del Ejército del Potomac), prefiriendo en cambio solicitar un traslado al Oeste.A Grant no le disgustó que Rosecrans dejase de estar bajo sus órdenes.A principios de diciembre de 1862, el general en jefe Henry W. Halleck había perdido la paciencia, por lo que escribió a Rosecrans que Si usted permanece una semana más en Nashville, no podré evitar su destitución.Rosecrans era un devoto católico que llevaba un crucifijo sobre su cadena de reloj y un rosario en su bolsillo, y a quien le encantaba mantener discusiones con sus ayudantes a mitad de la noche sobre doctrina religiosa.Sin embargo, la orden generó un profundo hueco en las líneas del ejército federal, y sólo debido a la actuación heroica del mayor general George H. Thomas concentrándose en el centro de la línea el ejército de Unión logró evitar el desastre.Rosecrans respondió crípticamente, aunque en forma positiva, pero Garfield nunca recibió el telegrama de respuesta.[3] En 1865, Rosecrans fue ascendido a mayor general en agradecimiento por sus acciones en la batalla de Stones River.[4] Rosecrans volvió a los negocios privados en la minería en México y California durante diez años.El Cementerio Nacional Fort Rosecrans de San Diego, California, recibe ese nombre en su honor.Se construyó un sencillo monumento conmemorativo en la casa en que nació y donde pasó su niñez.