Durante su cautiverio,[2] Niehous sobrevivió estableciendo metas semanales, enseñando a sus captores a jugar póker y debatiendo con ellos sobre capitalismo y marxismo.
Las tensiones entre la empresa y el presidente Carlos Andrés Pérez aumentaron cuando la compañía publicó la declaración en The New York Times, Le Monde y The Times de Londres, lo que llevó al gobierno a cortar la comunicación con los secuestradores y amenazar con nacionalizar las plantas de Owens-Illinois.
[2] Niehous nunca vio los rostros de sus captores, quienes usaban máscaras y rotaban en la vigilancia, permaneció cautivo durante tres años, cuatro meses y dos días.
[7] El diputado Salom Mesa también fue señalado de estar implicado en el secuestro, a quien se le allanó su inmunidad parlamentaria,[8][9] y estuvo preso por dos años en el Cuartel San Carlos.
[9] El profesor Carlos Lanz también estuvo detenido en el cuartel San Carlos, en Caracas, entre 1977 y 1985 desde donde escribió el libro «El caso Niehous y la corrupción administrativa», donde argumenta que el secuestro del estadounidense se debía a su “injerencia” en los asuntos internos del país.