William Kemmler

Según los presentes, mantuvo la compostura, no lloró, suplicó ni opuso resistencia alguna.

Fue atado a la silla, su rostro cubierto y el sistema metálico colocado sobre su coronilla afeitada.

Le dijo al guardián que lo preparó: "Tómatelo con calma y hazlo correctamente, no tengo prisa".

[2]​ La primera tentativa de ejecución fracasó: Kemmler tuvo sobresaltos durante 17 segundos, pero permaneció vivo.

Durante este intervalo, se oyó gemir a Kemmler, mal quemado.

Ejecución de William Kemmler.