Si se toma en cuenta la inflación, su patrimonio lo convertiría en el cuarto hombre más rico de todos los tiempos.
Ese mismo año, donó 100.000 dólares para financiar la Escuela Teológica de la Universidad Vanderbilt, que su padre había empezado a dotar.
En 1883, Vanderbilt renunció a todas las presidencias de sus compañías e hizo que sus hijos fueran nombrados directores, aunque dejó los negocios cotidianos a hombres experimentados nombrados presidentes.
[2] Fue enterrado en el mausoleo de la familia Vanderbilt en el cementerio Moravian en New Dorp (Staten Island).
A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición).