Con 27 años se trasladó en 1929 a Berlín, donde fundó con Hans Deppe el cabaré Die Katakombe («La catacomba»).
[2] Para evitar una nueva detención, en 1939 se presentó voluntario al ejército y fue entrenado para ser FUNKER.
[3] Según sus propias palabras, Finck fue protegido por oficiales críticos con el régimen, que evitaron su expulsión del ejército y su entrega a la Gestapo como exigía Goebbels, pudiendo incluso aparecer en programas de entretenimiento para la tropa.
En 1946 actuó en el Schmunzelkolleg (Múnich) y fundó el «Die Schmunzelpartei» («El partido de la sonrisa socarrona»).
Fundó o dirigió los cabarés Nebelhorn («Sirena antiniebla») en Zúrich y Mausefalle («Trampa para ratones») en Stuttgart (1948), donde reelaboró sus vivencias para un espectáculo por primera vez, titulado Kritik der reinen Unvernunft («Crítica de la sinrazón pura»).
[5] En 1964 realizó un programa titulado Bewältigte Befangenheit («Timidez dominada») en el Münchner Lach- und Schießgesellschaft de Múnich.
Werner Finck trabajó antes y después de la II Guerra Mundial en numerosas películas.